martes, 23 de diciembre de 2008

LAS DOS CARAS DE LA MONEDA


El mundo atraviesa en estos momentos una crisis extrema, semejante a la de 29. Los mandatarios de los países más desarrollados se reúnen para poner fin a la nefasta situación. La sociedad padece el déficit financiero al incrementarse la tasa del paro, el continuo aumento del precio de los alimentos…
A pesar de eso, no hay que olvidar la otra cara de la moneda, porque hace menos de un mes se inauguró el hotel más caro y lujoso del mundo en Dubai, llamado “The Emirates Palace”.

Considero vergonzosa la apertura de un macro complejo turístico de tal calibre cuando cada día son 24.000 las personas que mueren de hambre, de ellos, el 75% son menores de cinco años. ¿Qué pasa con aquellas madres que ven morir en sus brazos a sus hijos, bajo la desesperación de no poder proporcionarles alimentos?

Todavía me resulta más obsceno el acto, teniendo en cuenta que el precio medio por noche es de veinticinco mil dólares, con lo que podrían alimentarse muchas familias en un país subdesarrollado. Además, no podemos olvidarnos de que el banco mundial sacó a la luz un presupuesto de unos mil millones de dólares para hacer frente a la crisis, cuando la construcción del hotel ha costado nada más y nada menos que tres mil millones de dólares.

A nosotros la crisis nos afecta en mayor o menor medida pero creo que es necesario que nos solidaricemos con aquellos que no tienen recursos para subsistir. Porque con un poco que aportemos cada uno salvaremos millones de vidas. El problema es que, ¿está la gente dispuesta a sacrificar unos euros por el bien de la humanidad?

Es una utopía pensar que esto tiene remedio, puesto que ha sido así desde siempre, es decir, unos pocos privilegiados viven de lujo frente a la inmensa mayoría de aquellos que apenas tienen para comer y vivir.

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