miércoles, 31 de diciembre de 2008

Todos los años la misma historia

Todos los años la misma historia. Es navidad y hay que regalar algo bonito. ¿Cuál suele ser la mejor apuesta de unos padres que quieren demostrar cuánto quieren a su hijo? ¡Un cachorrito! Porque además de ser dulce, suave y encantador, también es inofensivo y los niños podrán jugar con el, tirarle de la cola y arrancarle pelo.

De lo que yo no estoy segura es si los padres saben que un año de vida para un perro equivale a siete de una persona, es decir, en un años ese cachorro se habrá convertido en todo un perro y ya no será tan fácil para el niño torturarle, ni para ellos cuidarle y proporcionarle el espacio que necesita. Lo que tampoco sé, es si estas personas entienden que un perro es un animal, es decir, un ser vivo que siente y padece, y que hay que cuidarlo, alimentarlo, quererlo etc. Que no es un juguete a pilas del que cuando te cansas puedes apagar o tirar a la basura.

Así el director de la "Asociación Acogelos.org", "Un hogar para cada animal abandonado", Jorge Martín Nomen, afirmó que en España se abandonan 200.000 animales de compañía al año entre perros y gatos, situándonos como el país de Europa con mayor nivel de abandono, seguido de Italia con 150,000. Y después pidió que se regalase de forma "responsable" en las fiestas. También recalcó que es preferible no regalar si no se está absolutamente convencido y seguro de que el regalo va a ser bien aceptado y es deseado, porque si no, es una faena para la persona a la que se le regala y para el animal.

Teniendo en cuenta estos datos, me gustaría pedirles a todos que se hagan responsables de esta situación, porque teniendo en cuenta que España está entre los veinte países más desarrollados del mundo resulta contradictorio que se tengan tan poco en cuenta a los animales, hasta el punto de llegar a considerarlos un estorbo o basura. Este año me gustaría que bajase considerablemente el número de abandonos, porque quizás eso demostraría que en la conciencia de la gente algo ha cambiado.

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