lunes, 29 de diciembre de 2008

VIEJOS RETOS POR SUPERAR

Todos los años nos proponemos nuevos retos que en el 90% de los casos no los llevamos a cabo. Nuestros planes suelen ser amorosos, económicos, sociales… Existen aquellos como: “Para el año que viene voy a tener un novio”, o “voy a adelgazar”…
Es en estas fechas, es decir, cuando finaliza el año y llega la hora de hacer una valoración de los logros obtenidos, es cuando realmente comienza nuestro spring final para intentar cumplir alguno de aquellos deseos. Con lo cual, no reaccionamos hasta que es demasiado tarde, y para compensar nuestra mala conciencia nos marcamos nuevos objetivos para el próximo año.

Considero ese acto un reflejo de la sociedad, pues es así como actuamos. Es decir, nos comportamos como unos "pasotas", despreocupados y egoístas con lo que sucede a nuestro alrededor, hasta que es demasiado tarde para actuar.
Reflejo de ello son las incesantes advertencias con el fin de parar de una vez por todas con el cambio climático, pero como somos incapaces de frenar nuestro ritmo de vida no hacemos nada para remediarlo. El problema es que cuando estemos en el borde del precipicio será demasiado tarde para reaccionar.
Lo mismo sucede con las relaciones amistosas. Somos capaces de tratar a un ser querido como si de una porquería se tratase, sin embargo cuando lo perdemos, o estamos a punto de ello, nos percatamos de nuestra actitud y tal vez ya no tiene salvación y lo perdemos por siempre.

Es por eso por lo que todos eso retos me parecen un poco absurdos, porque no se trata de actuar a presión sino de ir demostrando día a día lo que somos capaces de cambiar y de mejorar, sin tener que demostrar nada a nadie, solamente a nosotros mismos. Si todos actuásemos así, muchos de los problemas actuales estarían resueltos, y no tendríamos que marcarnos nuevos objetivos.

No hay comentarios: