martes, 3 de febrero de 2009

Nosotros también podemos hacer algo

Parece que no aprendemos de nuestros errores, o al menos, que no queremos aprender de ellos. Ésta es una realidad que queda sellada en la situación tanto social como económica que vivimos hoy en día. ¿Cuantas veces tenemos que tropezar en el mismo bache para comenzar a esquivarlo?

No puede decirse que la situación que vivimos ahora haya mejorado a lo largo de los años. Es más, sería correcto decir que ha empeorado. Hagamos memoria:
Por un lado, una guerra entre dos países que se ha pagado con cientos de vidas, una población casi destruida, la infancia de cientos de niños completamente privada de un futuro prometedor, y un odio entre dos religiones que poco tiene que ver con la religión, sino más bien con la tierra que sus seguidores ocupan.
Por otro lado, el mundo entero sufre una crisis económica global, de difícil solución, y de consecuencias cada vez peores.
No podemos olvidar la pobreza, el hambre y las enfermedades mortales que azotan los países tercermundistas. Quizá éste sea el problema que más vidas arrebate, pero también es el problema de menor actualidad, y por lo tanto del que menos se habla. ¿Será porque nos hemos acostumbrado a oír que cientos de personas mueren al día de hambre, otros cientos por culpa de enfermedades como el SIDA de carísimo tratamiento, etc.? Sí, lo hemos oído muchas veces, pero cada vez nos afecta menos, porque es un problema lejano, y nos resulta muchísimo mas cómodo no hacerle caso. Los políticos ven estos hechos como algo inadmisible, inmoral… es algo horrible según ellos, pero no debe de parecerles tan espantoso, ya que prefieren invertir un porcentaje mucho mayor en armamento que en ayudas al tercer mundo.
Otro grave problema es el calentamiento global y el agujero en la capa de ozono. Problema del que se ríe mucha gente tachándolo de absurdo, pero que cada vez nos está obsequiando con más y más duras consecuencias como son el cambio prematuro o tardío de estaciones, la pérdida de cosechas, fenómenos meteorológicos que raramente podíamos ver hasta hace poco y un incremento de las temperaturas que está derritiendo los polos y que a su vez aumenta el nivel del mar.

Todos estos y muchos más son los problemas que padece nuestro planeta. A pesar de ello, parece que no hacemos el esfuerzo suficiente por solucionarlos, y cuando tratamos de hacerlo, empeoran aun más. Es cierto que es una situación difícil de dominar, y que nunca vamos a conseguir la paz absoluta, pero podemos aproximarnos más a ella solidarizándonos todos un poco más y poniendo cada uno de su parte, dejando a un lado los intereses propios. Porque aunque una persona no pueda arreglar gran cosa, hace más intentándolo que no haciendo nada. Podríamos comenzar con pequeños gestos como donar una cantidad mensual a organizaciones no gubernamentales, cuidando del medio ambiente, afrontando la crisis lo mejor posible y respetando las opiniones de los demás. No es un problema que vayamos a solucionar en un día, y es muy posible que aún no hayamos visto lo peor, pero no tratemos de esquivarlo, porque lo que hagamos hoy nos afectará mañana.

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