La diversión de hoy en día se basa en llegar a casa y ponerse a ver la tele durante horas, especialmente, entre los niños que vienen de clase y se ponen a merendar en la sala hasta que llega casi la hora de cenar. Muchas veces vemos este acto como algo rutinario, algo normal, pero no nos damos cuenta de que además de entretener, informar y acompañar a los niños, también puede influenciarlos de manera indeseable.
En la generación de los 70, teniendo en cuenta que en muchísimas casas no había televisión por aquellos años, los críos, en lo único que pensaban, era en sacar la pelota de fútbol de debajo de la cama e ir a todo correr a echar un partido con los amigos. Podían pasarse toda la tarde jugando a fútbol, a las canicas, a los “iturris”, a las tabas,… o a cualquier juego que les diese por ponerlo de moda. Hoy en cambio, en lo único que piensan los críos es en poner “Disney Channel” o “Cartoon Network” para ver sus dibujos animados preferidos. Y es que, en casi todas las casas encontramos la Televisión Digital o el llamado TDT; los niños podrán encontrar cualquier tipo de entretenimiento en los numerosos canales que se transmiten.
Un estudio de Barcelona, aseguró hace meses que los niños que ven la televisión durante más horas son más agresivos y pesimistas, menos imaginativos y apáticos, tienden a ser más obesos y no son tan buenos estudiantes como los niños que abusan menos de este tipo de entretenimiento. Al parecer, no vemos la dependencia que conlleva todo esto; que un crío se pase tres o cuatro días al día frente a la televisión no es algo normal, cuando el niño podría haber estado dedicándose a sus deberes, a leer…
Imagínense la situación: un crío que sale de clase a las cinco de la tarde, llega a casa y mientras su madre le prepara la merienda, las cinco y media. Ahora calculen más o menos de tres a cuatro horas delante del televisor: las ocho de la tarde, cuando el niño cena pronto, se dedica a algunos deberes de clase y marcha a la cama de la misma.
Sin apenas darnos cuenta, se pasa la tarde volando.
¿Dónde se quedaron aquellos días de salir a la calle en busca de cualquier piedra, palo o simple juguete para divertirse?
En la generación de los 70, teniendo en cuenta que en muchísimas casas no había televisión por aquellos años, los críos, en lo único que pensaban, era en sacar la pelota de fútbol de debajo de la cama e ir a todo correr a echar un partido con los amigos. Podían pasarse toda la tarde jugando a fútbol, a las canicas, a los “iturris”, a las tabas,… o a cualquier juego que les diese por ponerlo de moda. Hoy en cambio, en lo único que piensan los críos es en poner “Disney Channel” o “Cartoon Network” para ver sus dibujos animados preferidos. Y es que, en casi todas las casas encontramos la Televisión Digital o el llamado TDT; los niños podrán encontrar cualquier tipo de entretenimiento en los numerosos canales que se transmiten.
Un estudio de Barcelona, aseguró hace meses que los niños que ven la televisión durante más horas son más agresivos y pesimistas, menos imaginativos y apáticos, tienden a ser más obesos y no son tan buenos estudiantes como los niños que abusan menos de este tipo de entretenimiento. Al parecer, no vemos la dependencia que conlleva todo esto; que un crío se pase tres o cuatro días al día frente a la televisión no es algo normal, cuando el niño podría haber estado dedicándose a sus deberes, a leer…
Imagínense la situación: un crío que sale de clase a las cinco de la tarde, llega a casa y mientras su madre le prepara la merienda, las cinco y media. Ahora calculen más o menos de tres a cuatro horas delante del televisor: las ocho de la tarde, cuando el niño cena pronto, se dedica a algunos deberes de clase y marcha a la cama de la misma.
Sin apenas darnos cuenta, se pasa la tarde volando.
¿Dónde se quedaron aquellos días de salir a la calle en busca de cualquier piedra, palo o simple juguete para divertirse?
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