domingo, 26 de abril de 2009

PERDIDOS

“-Pero ya no estoy perdido.
-¿Y eso como se consigue?
De la misma manera que las cosas perdidas se encuentran: dejé de buscar”
Y ahí tenemos a John Locke con uno de sus maravillosos discursos, quien en apenas hora y media hará su aparición en Cuatro, 15:30.
Esta cadena hará hoy una apuesta muy arriesgada: una maratón de seis capítulos seguidos. Aunque mucha gente ya vio al menos las dos o tres primeras temporadas de Perdidos en La1 y La2, la inmensa mayoría no conoce esta serie, y uno no puede estar desde las tres de la tarde hasta las ocho pegado al televisor. Cuatro podría perder muchos seguidores el primer día.
-Da igual, se trata de Perdidos – me podrías argumentar.
Te daría la razón. Deja pendiente lo que tengas que hacer, tráete los deberes de lengua y disfruta del mejor programa.
Porque, ¿sabes?, esta es una serie que hay que ver con la cabeza hacia atrás, desconoces completamente lo que puede ocurrir en el siguiente segundo. En serio. Ya verás como te pones a aplaudir en medio del capítulo y tu madre/padre/hermano/hermana/novia/novio te mirará perplejo, y tú dirás: Perdidos me mata.
Bienvenido a la serie del destino contra fe, la serie de las casualidades, los números, el tiempo y los otros. Y sobre todo, una serie que respira humanidad y que hará que tu pelo vuele… en punta hacia arriba.
Alquilé la primera temporada en la biblioteca y no esperaba mucho, pero fueron 5 días de tensión y querer ver un capítulo tras otro. Porque engancha demasiado, consulta tu planning antes de empezar a ver Perdidos.
Entre La Formula 1, la gripe porcina, el Athletic y Perdidos, vaya domingo que nos espera.

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