miércoles, 15 de abril de 2009

¡Una gran república con fallos en su infraestructura!

Francia es una de las principales potencias mundiales, con un poder económico enorme. Su capital París está considerada una de las más bellas del mundo. Esta poderosa república recibe una considerable cantidad de turistas anuales, y por mucho que en belleza y cultura sea difícil de superar, escasea en varios aspectos de su infraestructura.

Por un lado, parece ser que los franceses no tienen necesidad de ir al baño, porque en los centros comerciales resulta ser un milagro encontrar algún baño público. No solo éso, sino que de dar con uno es necesario pagar una tasa de aproximadamente un euro por persona. Además para poder acceder al w.c. de un bar debes consumir alguna bebida, donde tan sólo por el botellín de agua mineral te cobran cinco euros. Y lo que sucede en muchas ocasiones es que en el mismo bar, después de que te hayan robado tanto por nada, también hay que pagar por el derecho que todos los ciudadanos tenemos a orinar. Es una vergüenza. Cabe destacar que si existen servicios públicos en algunas calles, no obstante, la mayoría se encuentran fuera de servicio.

Además, muchas veces te ves obligado a comprar un botellín de ésos tan caros, porque precisamente las fuentes públicas no abundan por las calles parisinas. El agua es un bien necesario, y evidentemente en todos los sitios se hace negocio con ella, pera tampoco hay que abusar. Por otro lado, las basuras de París son bolsas de plástico transparente, con lo que ofrece un aspecto muy sucio y feo a la capital. Un país que se embolsa tanto dinero gracias al turismo puede permitirse poner papeleras bonitas, o simplemente disimuladas, como las de aquí. Es algo incomprensible que todavía no lo hayan hecho.

Siguiendo con los defectos que tienen los franceses en sus infraestructuras, hay que mencionar que el tren huele fatal, y es un desastre que se tengan que hacer tantos cambios de andén. Por no mencionar la difícil accesibilidad que sufren los minusválidos en el transporte público, ya que se trata de un metro antiguo con muchas escaleras y pocos ascensores y espacio para ellos.

Con lo cual, por mucho que la república francesa sea un lugar muy avanzado en muchos sentidos, tiene aspectos en los que aquí hemos progresado y evolucionado más y mejor.

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