domingo, 17 de mayo de 2009

Hasta la vista

Una vez leí que el poder es una farsa, una sombra en la pared. Pero las sombras pueden matar. Y a veces un hombre muy pequeño puede proyectar una sombra muy grande. Empezamos el año hablando sobre las almas, que se congregaban en contra de los dueños. La rebelión, ¿te acuerdas? Sí, a partir de ese artículo todo ha sido diferente. Primero, escuchaba unos susurros, luego, sombras moviéndose. Al principio no le di ninguna importancia; siempre has oído susurros, Aitor -me tranquilizaba. Pero el día de Navidad una carta llegó a mi buzón. No tenía remitente y pensé que sería la vecina del 144, que nos suele mandar felicitaciones en Navidad. Me quedé estupefacto al comprobar que el sobre contenía una hoja en blanco. Por delante y por el revés. Nada. Me disponía a entrar en el calor de casa cuando las vi. ¿Seis, siete? No sé, eran muchas. Me dieron un mensaje que debo de repetir hoy, 144 días después.

Estimados propietarios, de hoy en adelante haréis lo siguiente:
-Pasearéis al perro antes de ir a la escuela.
-Plantaréis un árbol cada día de Navidad.
-Apagaréis las luces siempre que abandonéis una habitación.
-No os apartaréis ni os quejaréis cuando una persona obesa sea vuestra compañera de vuelo.
-No quemaréis libros.
-Haréis deporte, que os cuida a vuestro cuerpo y a nosotras.
-(y una lista más larga que puedes encontrar aquí)
Si cada uno de vosotros no cumple estos requisitos, os perseguiremos, os susurraremos cosas al oído (no las respuestas de los exámenes, de eso estad seguros), os mandaremos cartas sin remitente… y acabaréis siendo unas retorcidas almas como nosotras.

Esta maldición me persigue a todas partes. Se que es un poco difícil que todos lo cumpláis, yo mismo lo encuentro muy complicado. Por eso he decidido que este va a ser mi último artículo. Mañana voy a coger un globo aerostático rumbo a Moscú. до свидания

No hay comentarios: