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Que el Athletic esté en la final de la copa, hace perder la cabeza a muchos. Y es que, como hemos podido apreciar estos últimos días en Bilbao, toda la ciudad en sí, estaba abarrotada hasta por las alcantarillas; visto desde el Google Earth parecería un hormiguero con miles y miles de hormiguitas rojiblancas.

Mañana será el gran día de la final, donde podremos apreciar si este equipo gana la copa como hizo hace 25 años. Algunos no tendremos el privilegio de poder verlo en directo desde Mestalla, pero nos conformamos con verlo dese San Mamés y por todo Bilbao en pantallas gigantes. Veo el campo lleno, y Bilbao en sí, lleno de pestuzos como si gana, como si no, pero con la afición entera siempre. Muchos, entre ellos ahí me encuentro, tenemos un examen el jueves por la mañana y voy porque tengo que ir, pero llegaré como haya llegado a la madrugada, con la voz desgastadísima y ronca y con un dolor de cabeza que no será ni normal. Y aunque el examen me salga de culo y cuesta abajo, estaré orgullosa de haber visto la noche anterior todo Bilbao a gritos, con zambombas, pitos y todo lo se les venga a la cabeza a toda esta gente.

La verdad es que ver todo una ciudad así de motivada por ganar la copa, me parece increíble y te hace sentir un sentimiento relacionado con algo emocional, con la gran afición de este equipo y con el ambiente de las calles. Espero ver un tremendo esfuerzo por parte de ellos porquela verdas es que, para lo que ganan... A mí el fútbol me gusta, pero no me considero como una gran fan, es el deporte que más me gusta pero me parece penoso el dinero que mueve, y sin hablar de los equipos a nivel internacional.

En cambio, toda la afición que vemos estos días en las calles disminuye cuando el ganador de la liga es el Athletic femenino, teniendo un sueldo bastante menor que estos cafres y teniendo que ir a currar a parte de tener como gran afición el fútbol. No sé por qué razón será, pero me incluyo en ésto, y es que no sé si será por el hecho de dar muy poca importancia a lo femenino en las comunicaciones, o el nivel de las mujeres respecto al fútbol. En realidad, no lo sé.

Mientras tanto, yo seguiré con mi camiseta a punto de ponermela y esperando al día de mañana.