martes, 5 de mayo de 2009

Del cuarto mundo




Sí, nuestra sociedad es del cuarto mundo, y no me refiero a las pintas de marcianos que llevan muchos últimamente con el pelo de colores o tatuajes que cubren cada rincón de su cuerpo, aunque bien podría ser. Pero no, me refiero a que somos ''cuartomundistas'' en otro sentido bien distinto. Las personas del llamado tercer mundo se mueren de hambre y de enfermedades, y por ello las consideramos pobres y desafortunadas, aunque en muchos casos sea nuestro país el opresor y culpable de esas desdichas. Y bien, ¿acaso no somos desafortunados nosotros en muchos otros sentidos? Sé que no tiene ni comparación la desgracia que se vive día a día en esos países, pero creo que no son la única causa por la que se puede ser desafortunado. Vivimos en una sociedad donde la lujuria, el dinero y el descaro son nuestros principales valores, dejando atrás los que verdaderamente importan. Por eso creo que no somos nadie para sentir lástima por aquellos países donde la pobreza material es máxima, ya que nosotros somos los más desfavorecidos en lo que de verdad importa.




Deberíamos empezar por ayudar a ese tercer mundo que está por delante nuestro, una ayuda económica por parte de cada país ''rico'' facilitaría mucho su progreso, al igual que la ayuda sanitaria. Así, quizás nos daríamos cuenta que podemos y debemos ayudar, y de que ellos podemos aprender muchas cosas y recuperar esos valores aquí desvanecidos, como la amistad, el compañerismo, el respeto y la educación. Sin esos valores no podemos ir a ninguna parte y hay que empezar a cambiar si no queremos ser los últimos en todo. Es duro y muy triste darse cuenta que los países más fuertes y ricos del planetas son en realidad paupérrimos y los más necesitados.


Asique por favor, pongan prioridades en sus vidas, ayuden a los demás y déjense de tonterías, que en este país sobran.

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