No quedan lágrimas en los aficionados del Athletic, anoche fue una noche intensa y nuestro partido más importante desde hace 25 años, pero no pudo ser. Un Barcelona muy superior futbolísticamente, nos pasó por encima haciéndonos cuatro goles, cuatro golazos. Pero nosotros dimos la cara, y no hemos perdido, somos subcampeones, segundos después del mejor equipo del mundo de estos tiempos. No estamos enfadados ni tristes, y las lágrimas de ayer fueron producidas al ver que un año más el sueño se nos escapaba, pero sobre todo al ver a lágrima viva a esos jóvenes que defienden nuestros colores de la mejor manera posible. Se me cayó el alma a los pies al ver al gran Etxebe derrumbado, a Llorente abrazado a Amorebieta llorando como si de dos niños se tratasen. En ese momento es cuando no pudimos más y San Mames y Mestalla se convirtieron en un mar de lágrimas, porque ellos son nuestros colores, ellos son nuestra ilusión, y verles llorar nos duele tanto como si fuese a un familiar o amigo. Pero esas lágrimas en cinco minutos pasaron a ser lágrimas de orgullo, acompañadas de gritos de ánimo que se debían de escuchar desde el otro continente. Fue una noche muy intensa, en la que ambos equipos demostraron algo; el F.C Barcelona que juega al fútbol como nadie, y que es el mejor equipo de hoy en día, y el Athletic, demostró tener la mejor afición del mundo, apoyando al equipo desde el principio hasta el final, aún habiendo encajado 4 goles. El gol de Toquero en el minuto 9 fue algo increíble, no nos lo podíamos creer. Tenemos que darle las gracias al señor Toquero por regalarnos los 20 minutos mas felices de nuestras vidas, los 20 minutos en los que eramos campeones, y en las gradas se escuchaba eso de Toquero lehendakari o Toquero bota de oro, que ya podría ser cierto cualquiera de los dos cánticos, que estoy segura de que a todos nos iría mejor...

El Athletic es mucho más que un equipo de fútbol, es un sentimiento que todos nosotros llevamos dentro y nunca dejaremos atrás. Ahora toca seguir adelante, no mirar hacia atrás, y aprender de nuestro errores para poder superar al Barça en la supercopa, siguiente objetivo del Athletic.

Hoy es un día de esos en los que me siento muy orgullosa de quien soy y sobre todo del equipo que soy, porque es muy fácil ser de un equipo cuando gana, pero no tanto cuando pierde, por eso hoy grito y grita toda Bizkaia: AUPA ATHLETIC!