Más letras y menos matemáticas

Se acerca el final de curso, y los estudiantes de segundo de bachiller pasamos de estar un poco nerviosos por no saber qué estudiar el año que viene, a tener pesadillas. Y es que la presión es infinita, porque has de elegir una carrera que te guste, que tenga salidas y que haga sentir orgullosos a tus padres, por lo tanto en el caso de muchos quedan descartadas todas esas opciones que tienen algo que ver con el arte o las letras.

Y es que las carreras humanísticas y artísticas no tienen mucha demanda debido a las pocas salidas que ofrecen. La única posibilidad es dedicarse a la enseñanza. Esto se esta viendo reflejado tanto en institutos como en universidades, y es que ya pocos ofrecen clases de latín y de griego y en universidades como la UPV se plantea suprimir cuatro filologías: la hispánica, la francesa, la clásica y la germánica y unir algunas carreras como la de historia del arte e historia, cuando entre en vigor el "plan de Bolonia". "Plan" que solo tiene en cuenta los beneficios económicos y el futuro mercado laboral.

Encuentro gracioso el hecho de que lleguemos a plantearnos que podemos subsistir sin los conocimientos que ofrecen estas carreras, y es que nos creemos capaces de tratar con materias tan peligrosas como puede ser la energía nuclear, cuando para una correcta aplicación de ellas tal vez fuera necesario que conociéramos nuestra historia, y los errores cometidos durante su transcurso por el ser humano para poder aprender de ellos, así como la ética y la filosofía, para poder comprender la naturaleza humana y para conocer las posibles soluciones y teorías formuladas por los grandes pensadores.