Una sonrisa es una expresión facial que ponemos en marcha al flexionar 17 músculos situados cerca de los extremos de la boca y de los ojos. El significado básico de una sonrisa es un estado de felicidad, alegría o placer, pero ésta puede ser reflejo de muchas otras emociones y no todas ellas son buenas.
Por un lado, tenemos la sonrisa traviesa. Es ésa con un toque de picardía. Nuestros labios se estiran sin dejar del todo al descubierto nuestra dentadura pero,en estos casos, los ojos entrecerrados y chispeantes son los que más nos delatan. Suele darse en el caso de los niños que toman prestada una chocolatina del bolso de su madre, o en el de los ancianos que cantan las cuarenta en una partida de tute.
Por otro lado, tenemos la sonrisa forzada. Es una sonrisa congelada, tan amplia que deja a la vista cada una de las cavidades de nuestra boca. Pero en estos casos nuestros ojos deciden no acompañar a nuestra sonrisa y, al igual que en el caso anterior, nos delatan. La mostramos en las fotos de carné, en las entrevistas de trabajo o también se la ofrecemos en el ascensor a ese amable vecino que decide deleitarnos todas las noches con su adormecedor repertorio de música heavy.
Después está la sonrisa tímida, la más inocente de las sonrisas. Se produce al arquear hacia abajo nuestros labios y nuestras cejas, y en ocasiones nuestras mejillas adquieren un tono colorado. La sacamos a relucir cuando alguien que nos gusta nos hecha un piropo, o cuando nos obligan a salir al encerado para leer nuestra redacción.
Luego le toca turno a la sonrisa cómplice. Este tipo de sonrisa se da entre dos o más personas y sucede cuando al mirarse esas personas están pensando lo mismo en el mismo instante, ya sea "te quiero" o "me alegro de verte".
Y por último tenemos la más común de las sonrisas, la que mostramos ante algo divertido o cuando estamos felices. Es una sonrisa que, una vez que se dibuja en nuestra cara, nos resulta difícil de borrar. Ésta y la anterior pueden estar relacionadas, si la anterior nace por algo positivo y alegre. Es una sonrisa formada solo por buenos sentimientos y sensaciones.
Dicen que una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho, y que no hay nadie tan pobre para no regalar una sonrisa ni tan rico para no necesitarla.
También suelen decir que hay que sonreírle a la vida. Te aconsejo que lo hagas, pero siempre utilizando la última en mi lista.
Por un lado, tenemos la sonrisa traviesa. Es ésa con un toque de picardía. Nuestros labios se estiran sin dejar del todo al descubierto nuestra dentadura pero,en estos casos, los ojos entrecerrados y chispeantes son los que más nos delatan. Suele darse en el caso de los niños que toman prestada una chocolatina del bolso de su madre, o en el de los ancianos que cantan las cuarenta en una partida de tute.
Por otro lado, tenemos la sonrisa forzada. Es una sonrisa congelada, tan amplia que deja a la vista cada una de las cavidades de nuestra boca. Pero en estos casos nuestros ojos deciden no acompañar a nuestra sonrisa y, al igual que en el caso anterior, nos delatan. La mostramos en las fotos de carné, en las entrevistas de trabajo o también se la ofrecemos en el ascensor a ese amable vecino que decide deleitarnos todas las noches con su adormecedor repertorio de música heavy.
Después está la sonrisa tímida, la más inocente de las sonrisas. Se produce al arquear hacia abajo nuestros labios y nuestras cejas, y en ocasiones nuestras mejillas adquieren un tono colorado. La sacamos a relucir cuando alguien que nos gusta nos hecha un piropo, o cuando nos obligan a salir al encerado para leer nuestra redacción.
Luego le toca turno a la sonrisa cómplice. Este tipo de sonrisa se da entre dos o más personas y sucede cuando al mirarse esas personas están pensando lo mismo en el mismo instante, ya sea "te quiero" o "me alegro de verte".
Y por último tenemos la más común de las sonrisas, la que mostramos ante algo divertido o cuando estamos felices. Es una sonrisa que, una vez que se dibuja en nuestra cara, nos resulta difícil de borrar. Ésta y la anterior pueden estar relacionadas, si la anterior nace por algo positivo y alegre. Es una sonrisa formada solo por buenos sentimientos y sensaciones.
Dicen que una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho, y que no hay nadie tan pobre para no regalar una sonrisa ni tan rico para no necesitarla.
También suelen decir que hay que sonreírle a la vida. Te aconsejo que lo hagas, pero siempre utilizando la última en mi lista.
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