lunes, 23 de marzo de 2009

¿Y yo? ¡Protege mi vida!

Bienvenidos a la era de la investigación. En la gran lista de adelantos del ser humano, la genética va ganando protagonismo. Esto es así desde hace pocas décadas, cuando se descubrió la cantidad de problemas de salud que podían curarse gracias a esta nueva ciencia.
Aún así, parece haber a quienes no les hace mucha gracia esta forma de curación, y prefieren seguir el viejo método, basado en baños de agua bendita, penitencias y horas de oración. Un claro ejemplo de ello es el caso Andrés, un niño sevillano de siete años que sufría la anemia congénita severa incurable (beta-Talasemia mayor). Gracias al equipo médico del hospital de La Virgen del Rocío de Sevilla, hace pocos meses nació su hermano, Javier, que tras un Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP), no heredó la enfermedad, y es cien por cien compatible con su hermano. Así, tras recibir varias sesiones de quimioterapia, a Andrés le fue transplantada la sangre del cordón umbilical de Javier, y gracias a eso vivirá una vida normal, ya que, hasta ahora, se veía obligado a recibir transfusiones de sangre continuas, y su esperanza de vida era de unos 32 años. Pues bien, este logro ha sido aplaudido por la familia del niño, por la junta de Andalucía, por los medios de comunicación, etc. Solamente "un sector de la Iglesia católica" polemiza ante el tema. Parece que sus valores morales son mucho más importantes que la vida de ese niño, y que si en sus manos hubiera estado, Andrés no hubiera podido curar su enfermedad ahora curable. Parece que nuestra moralidad no debe permitirnos concebir hijos de forma no natural, aunque esto salve la vida de nuestro otro hijo. A pesar de que esta idea parece disparatada (ya que si en lugar de la iglesia, otra persona o sector se hubiera opuesto a tratar a Andrés con estos nuevos métodos, a ésa persona o a ése sector se les hubiera tachado de asesinos), la difunde la iglesia, una institución muy poderosa y de gran influencia, y puesto que es así, deberían de tener más cuidado antes de abrir la boca para decir barbaridades, porque a pesar de que el equipo médico que ha llevado el caso de Andrés, o el Gobierno que a financiado los gastos médicos, han tenido la suficiente cordura para no hacer caso a esas incoherencias, podría no haber sido así, y por culpa de esto Andrés tal vez no hubiera sido tratado, y moriría en unos pocos años. Y entonces ¿quién sería el inmoral?¿Acaso así es como pretenden proteger su vida?

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